A la Parròquia de Sant Sadurní posemLa familia en el centroy trabajamos para que todas ellas puedan quererse más y mejor. Dios, por el contrario de lo que algunos habíamos pensado, no es un intruso sino quien nos une más. Tenemos un proyecto para las familias, estén en el momento Queremos a la familia y queremos ayudarla a crecer. Sabemos cómo hacerlo para convertirse en familias sanas. El proyecto de familia es clave. amor entre todos los de casa y para con Dios, que "es amor". Si desea venir, nos alegraremos de conocerle y de ayudarle en todo lo que podamos.


El Evangelio de domingo
Palabra de Jesús viva
"Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna."
Jn 5,24
Domingo 19 de octubre 2025
Domingo 29 (C) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 18,1-8): En aquel tiempo, Jesús les decía una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’. Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme’».
Dijo, pues, el Señor: «Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?».
Domingo 12 de octubre 2025
Domingo 28 (C) del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Lc 17,11-19): En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!"
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?" Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado".